La casa mide 430 m² con tres salones, dos de ellos con chimenea, seis habitaciones de las que tres tienen amplios altillos por lo que en la práctica es como si tuviera 9 habitaciones , tres baños, garaje y cocina totalmente equipada (con menaje, cubertería, vitrocerámica, lavadora, lavavajillas, frigorífico, horno, microondas y despensa) y terraza en el exterior con un bonito porche con vistas al pantano del Ebro. La finca está cerrada y desde ella se ven las cristalinas aguas del Lago y al fondo las montañas de la estación de esquí de Alto Campoo.
La casa estaba pensada como residencia permanente de su propietario por lo cual tiene todas las comodidades y con un mobiliario con numerosas piezas de anticuario.
La casa cuenta con juegos de cama, mantas y toallas para todas las personas alojadas; también es posible que un restaurante cercano traiga las comidas o cenas a muy buen precio; a la mesa del comedor se le puede acoplar un tablero para comer cómodamente 18 personas.