Todo genial. Buen trato de Abel, el anfitrión, cocina bien equipada, todo lo necesario para los niños (incluyendo extras como juegos y zona de columpios), piscina grande con mucho espacio de césped, entorno tranquilo con fácil acceso, habitaciones suficientemente amplias con camas cómodas, etc. Por poner una pega, la piscina está un poquito a desamano por un sendero no accesible y que hace un pelín incómoda la logística con bebés (llevar cosas, volver a por algo que se haya olvidado, etc.). Aún así, nadie puso pegas, no deja de ser un paseito. En resumen, estancia perfecta y 100% recomendable.